El calor, a lo que se sumaría una disminución de las siembras, puede provocar que la cosecha de maíz se reduzca en más de un 28% en relación a la de 2014/2015, situándose en los niveles más bajos de los últimos nueve años, según asegura el propio Ministerio de Agricultura galo.
La cosecha de maíz francés, la más grande de la Unión Europea, se situaría en los 13,47 millones de toneladas, frente a un dato del conjunto de la UE de 62,7 millones de toneladas.
Esta estimación es incluso inferior a la ofrecida en junio por COCERAL cuando hablaba de 15,5 millones de toneladas o la ofrecida por el propio Copa - Cogeca que hablaba de 16,0 toneladas.
Desde el Ministerio francés se habla de zonas del centro de Francia en las que las lluvias en julio han sido un 20% de las precipitaciones habituales mientras que las temperaturas han sido cinco grados superiores a los promedios normales.
La perspectiva de una caída más aguda de la producción refleja lo que el ministerio denomina "períodos abrasadores" de julio, un período que dio algunas partes del centro de Francia alrededor del 20% de la precipitación normal, y temperaturas de unos 5 grados centígrados por encima de lo normal.
En cuanto a los rendimiento se cree que podrían caer un 19,6% hasta los 8.100 kilos por hectárea, sin olvidar que las siembras han disminuido un 10,2% hasta los 1,66 millones de hectáreas.
La cosecha de maíz francés, la más grande de la Unión Europea, se situaría en los 13,47 millones de toneladas, frente a un dato del conjunto de la UE de 62,7 millones de toneladas.
Esta estimación es incluso inferior a la ofrecida en junio por COCERAL cuando hablaba de 15,5 millones de toneladas o la ofrecida por el propio Copa - Cogeca que hablaba de 16,0 toneladas.
Desde el Ministerio francés se habla de zonas del centro de Francia en las que las lluvias en julio han sido un 20% de las precipitaciones habituales mientras que las temperaturas han sido cinco grados superiores a los promedios normales.
La perspectiva de una caída más aguda de la producción refleja lo que el ministerio denomina "períodos abrasadores" de julio, un período que dio algunas partes del centro de Francia alrededor del 20% de la precipitación normal, y temperaturas de unos 5 grados centígrados por encima de lo normal.
En cuanto a los rendimiento se cree que podrían caer un 19,6% hasta los 8.100 kilos por hectárea, sin olvidar que las siembras han disminuido un 10,2% hasta los 1,66 millones de hectáreas.